Preparación para la IA: el multiplicador oculto de la filantropía
Cuando se inventaron las cámaras cinematográficas, la gente no se convirtió en cineasta de la noche a la mañana. Apuntamos cámaras a los escenarios del teatro, digitalizando lo que ya existía. Nos tomó un tiempo reimaginar lo que las cámaras de película podrían desbloquear. La verdadera oportunidad no fue grabar obras de teatro.